Qué difícil es llegar a la etapa en la que socialmente ya tendríamos que tener súper claro lo que queremos hacer con nuestra vida, o que queremos estudiar, que esperamos en un corto, mediano y largo plazo, pero ¿Qué pasa si no tengo aún tan claro de lo que quiero para mí y por eso no quiero tomar una decisión?
Para empezar ¿Cómo logramos hacer un proyecto de vida? Antes que nada es importante reconocer que esta es una tarea que exige:
♥Honestidad para autoconocernos
♥ Observar para conocer el mundo en el que estamos viviendo
♥ Evaluar nuestras posibilidades reales para lograr realizar nuestro sueños (prácticamente esto nos exige poner los pies sobre la tierra)
♥ Trabajar en nuestra toma de decisiones para establecer las metas que queremos lograr
♥Crear consciencia de nuestros propios valores, creencias y necesidades
Todo esto nos ayuda a juntar como un rompecabezas todo, contemplar si lo que nos atrae o queremos va acorde a nuestra vida y personalidad.
Esto resulta complejo pero no imposible, debido a que tenemos que ser muuuuuy honestos, críticos y valorativos por lo que ha sido nuestra vida, buscar nuestras fortalezas y reconocer nuestras debilidades (si, es como si yo dijera que quiero ser cantante, solo canto en la ducha), esta tarea es un gran ejercicio de autobiografía así que hazte a consciencia estas preguntas:
¿Qué personas han tenido mayor influencia en tu vida y de qué manera?
¿Cuáles han sido tus intereses desde pequeño(a)?
¿Qué acontecimientos de tu vida han influido en forma decisiva en lo que es ahora?
¿Cuáles han sido los principales éxitos y fracasos de tu vida?
¿Cuáles han sido tus decisiones más significativas?
¿Cuáles son los cinco aspectos que más te gustan, y los cinco que más te disgustan en relación con tu aspecto físico, tus relaciones sociales, tu vida espiritual, emocional e intelectual?
¿Cuáles condiciones personales, familiares, escolares y sociales facilitan o impulsan tu desarrollo?
¿Cuáles lo obstaculizan o inhiben?
A partir de aquí, podemos empezar a analizarnos para encontrar los cambios que necesitamos tener, también aceptar los que no podemos cambiar y los motivos, así como los aspectos a desarrollar o fortalecer.
Ahora siguen nuestros objetivos y metas, en este momento después de nuestro análisis es importante que nos preguntamos los sueños que tenemos en las áreas de nuestra vocación, esto nos conduce a descubrir qué queremos de nuestra vida, para qué, por qué y cómo (esta es una manera para saber si eso que deseamos o creemos tener vocación de verdad lo es o no)
El plan de acción es para formularnos preguntas (Siiiii, más preguntas) respecto a si se encuentra a nuestro alcance, el tiempo que estamos dispuestos a invertir, los lugares donde queremos y podemos realizarlos.
Por último, los indicadores de logro, esto nos permitirá saber en cada momento cuánto y en qué dirección ha avanzado nuestro proyecto.
Todos vivimos a nuestro tiempo, ni antes ni después, sino en el momento que tengamos ese sentimiento de seguridad para saber qué camino queremos tomar para nuestra vida, no hay ninguna prisa, siempre y cuando ese tiempo que ocupes sea bien invertido para ti y tu futuro, tampoco tengas miedo y recuerda cada quien tiene su momento ideal.