Los trastornos alimenticios se presentan cuando una persona no recibe la ingesta calórica que su cuerpo requiere para funcionar de acuerdo con su edad, estatura, ritmo de vida, etc.
Los principales trastornos alimenticios son la anorexia, la bulimia y la compulsión para comer, del que no hablaremos mucho aquí.
La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos. esta disminución no responde a una falta de apetito, sino a una resistencia a comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir de peso o por reducirlo.
En la bulimia el consumo de alimento se hace en forma de atracón, durante el cual se ingiere una gran cantidad de alimento con la sensación de pérdida de control. Son episodios de voracidad que van seguidos de un fuerte sentimiento de culpa, por lo que se recurre a medidas compensatorias inadecuadas como la autoinducción del vómito, el consumo abusivo de laxantes, diuréticos o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado, quien lo padece puede presentar sobrepeso.
Tanto en la anorexia como en la bulimia piensan exclusivamente en cuánto y cómo comer o dejar de hacerlo, están obsesionados con su imagen y como son visto por los demás
¿Quieres saber en qué etapa normalmente empiezan esos trastornos? Pues justo en la adolescencia, va entre los 12 hasta los 25 años aunque cada vez es a una edad más temprana, esto lo pueden padecer tanto hombres como mujeres aunque el grupo de mujeres es superior.
Estos trastornos se asocian con lo que están pasando justo en esta etapa de tantos cambios:
♦Resulta difícil aceptar cambios físicos y el aumento de grasa porque los cuerpos se desarrollan diferente a los famosos estereotipos
♦Preocupación excesiva por lo que piensa el exterior de la persona
♦ El desarrollo de habilidad y logros escolares se viven con mayor autoexigencia y preocupación
La alimentación trastornada constituye para quienes la presentan formas de nutrirse o protegerse, de expresar ira, de autocastigarse, apaciguar tensiones insoportables, distanciarse de situaciones dolorosas y hasta crear una identidad. Ello se manifiesta en expresiones como las siguientes:
“Comer me calma, me tranquiliza...”.
“Todo me agita y toda esa agitación la experimento como una sensación de hambre, incluso si acabo de comer. Tengo miedo de mí misma, de los sentimientos a los que estoy expuesta a cada minuto sin defensa”.
“Estoy en mi propia cárcel. No me importa lo que digan los otros, me he sentenciado a la delgadez”.
“La comida no me contesta ni me exige nada”.
“Después de purgarme me relajo”.
“Me siento exitosa cuando bajo medio kilo”.
“No me importa que todos me digan que no estoy gorda, que es cuestión de mi mente. Aun cuando sólo está en mi mente, yo llevo los pensamientos ahí. Son míos”.
“Cuando como, siento y es mejor no sentir; tengo demasiado miedo”.
¿Cómo atender los trastornos alimenticios? La atención de los trastornos alimenticios no es fácil, debido a su complejidad, a la multitud de factores intervinientes y a la dificultad de su abordaje, el manejo de los mismos es una tarea combinada que requiere la conformación de un equipo de profesionales de diversas disciplinas que trabajen conjuntamente, para el cuerpo y la mente.
Es difícil tener una batalla con nuestro cuerpo por cumplir los estereotipos de la sociedad, pero recuerda que tu físico no te define la persona que eres, sino todo eso que no podemos ver, ánimo♥